El embarazo no debe ser un obstáculo en la vida laboral

Debido a la discriminación y falta de sensibilización, el embarazo, la maternidad y la lactancia siguen siendo condiciones que aumentan la desigualdad laboral, el embarazo en algunos casos puede detener o ser un obstáculo para que la mujer pueda seguir desarrollándose profesionalmente.

Anteriormente, era común que al momento de la contratación se solicitara una prueba de no embarazo, hoy, el Artículo 133 de La Ley Federal del Trabajo prohíbe a las empresas exigir este certificado médico. De igual manera, en el Artículo 11 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se establece que la discriminación y la negativa de contratación por lactancia o embarazo puede ser sancionada administrativa o penalmente.

El Artículo 132 de la LFT establece que una de “las obligaciones patronales es proporcionar a las mujeres embarazadas la protección que establezcan los reglamentos”, aun con este derecho hoy en día, tener un trabajo formal no les garantiza la seguridad de continuar con el empleo, el despido por embarazo es un problema que aún aqueja a muchas mujeres.

El Instituto Mexicano del Seguro Social proporciona la Licencia de Maternidad para que la trabajadora pueda disfrutar de 12 semanas antes o después del parto, durante este periodo el patrón está comprometido a pagar el sueldo íntegro al igual que las prestaciones, además de que al momento de regresar al área laboral será en el mismo puesto y con la misma categoría, cabe destacar que la Organización Internacional del Trabajo recomienda como mínimo 14 semanas para el periodo de lactancia.

La llegada de un recién nacido y el trabajo es un factor de estrés para la madre, es importante concientizar al empresariado para que instalen salas de lactancia, ya que la ausencia de estos espacios aumenta los niveles de insalubridad para madre e hijo, se necesitan áreas seguras para mujeres donde puedan desempeñar sus labores de manera profesional y digna.